El Glaucoma

El glaucoma es una enfermedad crónica que se produce, entre otras causas, por un aumento en la presión intraocular, provocando una lesión en el nervio óptico que determina una perdida lenta y progresiva de la visión periférica. La perdida de visión que provoca es permanente y si no se trata adecuadamente puede terminar en la ceguera. Esta enfermedad afecta al 2-3 % de la población por encima de los 40 años y es actualmente una de las principales causas de ceguera en el mundo. Su mayor problema es que en un porcentaje elevado de casos no se diagnostica y pasa desapercibida. Existen varios tipos de glaucoma, cada uno de los cuales tiene un origen y una evolución diferentes, aunque la mayor parte de los casos se corresponde al llamado glaucoma crónico simple o glaucoma primario de ángulo abierto. A veces el motivo es el deposito del pigmento del iris en el sistema de drenaje (glaucoma pigmentario) o por deposito de material de la cara anterior del cristalino (glaucoma pseudoexfoliativo). Existe también el glaucoma congénito, que se presenta desde el momento del nacimiento. Se produce por una anomalía congénita en el sistema de drenaje o eliminación del humor acuoso.  Una forma no muy frecuente, es el llamado glaucoma de ángulo cerrado o glaucoma agudo, que se produce cuando de manera brusca se bloquean los canales de salida del humor acuoso y la presión ocular aumenta bruscamente a unas cifras muy altas.

Síntomas

En la forma mas frecuente, en el glaucoma crónico simple, el paciente no siente nada que le haga sospechar que padece esta enfermedad, ya que no duele, no causa alteración en la apariencia externa de los ojos, y solo en casos ya muy avanzados, el paciente nota alteraciones en la visión periférica , ya que la perdida del campo visual solo se aprecia en fases muy avanzadas. En el glaucoma congénito los síntomas que inducen a sospechar su presencia son: lagrimeo, fotofobia y aumento del tamaño del ojo afecto. El glaucoma agudo por el contrario, no pasa desapercibido para quien lo padece, ya que produce dolor ocular intenso, acompañado de una perdida manifiesta de la visión, con deterioro del estado general (nauseas, vómitos) lo que provoca que ante estos síntomas el paciente acuda rápidamente a un Servicio de Urgencias Oftalmológicas.

Tratamiento

Existen diferentes alternativas para el tratamiento del glaucoma. Actualmente la indicación inicial es el tratamiento con láser en la zona de drenaje ocular(trabeculoplastia láser) Si no se obtiene la respuesta esperada se recurre a la aplicación de colirios hipotensores oculares, existiendo diferentes principios activos farmacológicos. Estos colirios tienen que utilizarse indefinidamente, ya que si se suspenden desaparece su efecto hipotensor y la presión ocular vuelve a aumentar. En casos en que los colirios no sean eficaces, tengan que suspenderse por efectos colaterales o ante la falta de cumplimiento en su administración, se realiza tratamiento quirúrgico, al igual que en los casos de glaucoma de ángulo cerrado y en el glaucoma congénito.

Prevención

Es importante recordar que el glaucoma es una enfermedad que todos podemos padecer y que en su forma mas frecuente puede pasar desapercibida. Por eso es muy importante conocer su existencia así como realizar a partir de los 40 años controles oftalmológicos periódicos para descartar su presencia. Estos controles adquieren mayor relevancia en aquellas personas que poseen antecedentes familiares de glaucoma Un diagnóstico precoz puede evitar perdidas de visión que son irreversibles.

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