En el último año el tiempo de exposición a aparatos electrónicos ha aumentado en más de un 50%. En especial en los niños que se han visto obligados a exponerse por educación o para sociabilizar con sus amigos. Esto ha traído grandes problemas de salud como alteraciones en el sueño, déficit de atención y problemas visuales.
Las estadísticas dicen que los menores de 8 años están más de 2hs al día expuestos a algún aparato electrónico. De 8 a 10 se exponen más de 6 hs y los adolescentes pasan alrededor de 9hs diarias frente a una pantalla digital.
Estos aparatos emiten una luz azul y un reflejo intenso que adicionado al tiempo de exposición y a la falta de parpadeo producen inflamación en la superficie ocular ocasionando síntomas como cansancio visual, dolor ocular, ojos rojos, ardor, cefaleas, dolor retrocular, fotofobia, visión borrosa o Falta de enfoque. Sin decir del tic de cerrar los parpados o frotar los ojos. El prolongar los síntomas en el tiempo podría producir patologías como queratitis, conjuntivitis alérgicas, ojo seco, astigmatismo, miopía o maculopatia.
¿Qué hay que tener en cuenta para cuidar los ojos de nuestros hijos?
Tiempo de exposición cambia según la edad. Se recomienda de 0 a 2 años evitar el consumo de pantallas. De 2 a 5 años limitar a 1 hora por día en tiempos separados de 20 minutos. Más de 6 años se recomienda establecer límites de exposición (no más de 2hs diarias)
La distancia sugerida es de 35 a 40 cm en un células o Tablet y a más de 50 cm una pantalla de computadora. El tamaño de letra debe ser la adecuada y el aparato debe estar por debajo de la línea media de mirada.
Tiempos cortos, (no más de 40 o 50 minutos continuos)
Los excesos de horas en el día pueden producir ojo seco o favorecer el desarrollo de miopías.
El brillo debe ser bajo y el ambiente no debe estar oscuro
Estos aparatos emiten una luz azul que afecta el sueño o altera la capa nerviosa produciendo degeneración macular. Se recomienda no utilizar pantallas antes de dormir o en la oscuridad.
Es importante el uso de lentes con filtro azul como protección o antirreflejos para evitar no solo el daño de la luz azul sino la inflamación que produce la gran mayoría de los síntomas oculares.
Por eso ante cualquier síntoma que presente su hijo no dude en consultar con un oftalmopediatra para poder dar el tratamiento adecuado.
Estamos para cuidar la salud de sus hijos.